El ladrón cuántico – Hannu Rajaniemi
Me distraigo contemplando el paisaje. Mi pared
posee el aumento suficiente para mostrar la Prisión de los Dilemas a lo lejos, un toro adiamantado de casi mil kilómetros de diámetro que, visto desde este
ángulo, se semeja a un reluciente ojo de pupila rasgada rodeado de estrellas
que estuviera observándome fijamente. Trago saliva con dificultad y aparto la
mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario